El velo islámico en las aulas
En estos últimos días se ha reabierto el debate sobre el uso del velo islámico en las aulas.
Son muchas y complejas las reflexiones que tenemos que hacer a este respecto, pero mientras esto sucede hay un derecho fundamental que prevalece que es el derecho de estas niñas a la educación. En esta línea están actuando los gobiernos.
Por eso resultan curiosas las últimas declaraciones del cardenal arzobispo monseñor Cañizares, cuando dice que lo importante es la libertad religiosa y que si el uso del velo en la mujer es fundamental para la religión islámica pues debemos considerar que permitir el velo es respetar la religión.
Qué triste Sr Cañizares, que defienda la discriminación de la mujer, que anteponga los usos más o menos arcaicos de la religión ante el respeto a la libertad y la dignidad de las mujeres. No nos sorprende Sr Cañizares pero nos apena, que la religión a la que usted representa no apoye la ciudadanía plena de la mitad de la población.
Shaima que así se llama la niña, tiene derecho y obligación de asistir al colegio, ahora bien, como decía el debate es mucho más profundo. Y yo me pregunto, ¿qué es lo que subyace cuando las principales religiones monoteístas utilizan a las mujeres para hacer visibles sus símbolos religiosos?, fijaros que esto no se produce de igual manera para los hombres, sino que este tipo de manifestaciones externas se les imponen sólo a las mujeres, pasa en la religión musulmana con el velo, pero hemos tenido ejemplos en la religión católica con la vestimenta de las monjas o la necesidad hasta hace bien poco de cubrirse la cabeza en determinados actos.
Visto así lo que subyace es una clara discriminación de género. Si a los hombres se les impusiese las mismas normas en su forma de vestir podríamos plantear un problema religioso, pero no es así, además sabemos que a las niñas se les cubre cuando empiezan a mostrar signos de pubertad, para que nos entendamos cuando pueden dejar de ser vistas como niñas y empezar a ser miradas como mujeres. Esto es una apropiación del cuerpo de las niñas, hay que taparlas del deseo de los otros, los otros son eso otros, hombres.
No os canso más pero quiero insistir que mientras tanto todas las niñas de cualquier condición social, cultural y religiosa tienen derecho a la educación.
Son muchas y complejas las reflexiones que tenemos que hacer a este respecto, pero mientras esto sucede hay un derecho fundamental que prevalece que es el derecho de estas niñas a la educación. En esta línea están actuando los gobiernos.
Por eso resultan curiosas las últimas declaraciones del cardenal arzobispo monseñor Cañizares, cuando dice que lo importante es la libertad religiosa y que si el uso del velo en la mujer es fundamental para la religión islámica pues debemos considerar que permitir el velo es respetar la religión.
Qué triste Sr Cañizares, que defienda la discriminación de la mujer, que anteponga los usos más o menos arcaicos de la religión ante el respeto a la libertad y la dignidad de las mujeres. No nos sorprende Sr Cañizares pero nos apena, que la religión a la que usted representa no apoye la ciudadanía plena de la mitad de la población.
Shaima que así se llama la niña, tiene derecho y obligación de asistir al colegio, ahora bien, como decía el debate es mucho más profundo. Y yo me pregunto, ¿qué es lo que subyace cuando las principales religiones monoteístas utilizan a las mujeres para hacer visibles sus símbolos religiosos?, fijaros que esto no se produce de igual manera para los hombres, sino que este tipo de manifestaciones externas se les imponen sólo a las mujeres, pasa en la religión musulmana con el velo, pero hemos tenido ejemplos en la religión católica con la vestimenta de las monjas o la necesidad hasta hace bien poco de cubrirse la cabeza en determinados actos.
Visto así lo que subyace es una clara discriminación de género. Si a los hombres se les impusiese las mismas normas en su forma de vestir podríamos plantear un problema religioso, pero no es así, además sabemos que a las niñas se les cubre cuando empiezan a mostrar signos de pubertad, para que nos entendamos cuando pueden dejar de ser vistas como niñas y empezar a ser miradas como mujeres. Esto es una apropiación del cuerpo de las niñas, hay que taparlas del deseo de los otros, los otros son eso otros, hombres.
No os canso más pero quiero insistir que mientras tanto todas las niñas de cualquier condición social, cultural y religiosa tienen derecho a la educación.
1 Comments:
Estimada compañera:
te repuesta al obispo Cañizares me parece acertada, pero me temo que evades dar una respuesta clara a un problema que lo exige. Que la educación es un derecho y un derecho fundamental, nadie lo niega. Que este prevalezca sobre el artículo 10 sobre la dignidad de la persona y los derechos inviolables que le son inherentes, o sobre el 14, que afirma la igualdad de todos los españoles ante la ley sin discriminación de sexo, entre otros, permítame que lo dude. El Parlamento francés, con el apoyo de la inmensa mayoría de los diputados de izquierda y derecha, lo vió claro cuando prohibió el uso del velo y de cualquier otro signo ostensible de pertenencia religiosa en el interior de los establecimientos escolares. Y esto, tanto en defensa de la laicidad, base fundamental de cualquier democracia que se precie, como de la dignidad de los menores, más todavía en el marco neutral y de formación en valores universales que debe ser la escuela.
Por lo tanto, está bien que se critique lo que hay de criticable en boca de unos responsables religiosos cada vez más radicalizados, pero estaría mucho mejor que el PSOE se pronunciara claramente en este tema en vez de escurrir el bulto.
Gracias, y un saludo cordial.
Alberto Guinda Villanueva
Militante socialista. Sección de París
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