Más que nunca, con las organizaciones feministas
Una vez más salimos a la calle a manifestar nuestra más sincera repulsa contra la violencia de género. Los últimos asesinatos de mujeres perpetrados estos días por sus novios, maridos, ex parejas, nos hacen unirnos de nuevo en una sola voz: "cuidado, el machismo mata". De nuevo, las organizaciones de mujeres y en defensa de la igualdad hicieron un llamamiento de unidad frente a esta lacra criminal y como no podía ser de otra manera, en la Puerta del Sol madrileña, hombres y mujeres, nos volvimos a encontrar ayer con la pesadumbre de reconocer que todavía queda mucho por hacer, pero con el ánimo intacto porque sabemos que, entre toda la ciudadanía, lo conseguiremos.
Desde aquí mi más profundo agradecimiento a las convocantes, las organizaciones feministas reunidas en la Comisión 8 de Marzo de Madrid, y a todas aquellas que se manifiestan con cada asesinato y cada 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género, que trabajan desde sus asociaciones para ayudar a las mujeres maltratadas, porque mantienen viva la llama de las conciencias, y de la esperanza.
Gracias a su impulso, y a sus reivindicaciones constantes, el Partido Socialista elaboró una Ley Integral contra la Violencia de Género que contempla, toda una batería de recursos, de instrumentos para intentar poner freno a esta masacre: 518 mujeres asesinadas desde el año 2000.
El compromiso de Zapatero contra la violencia de género ha sido permanente tanto en la oposición, como en el Gobierno. Todavía recordamos aquella promesa que realizó Aznar en el año 2000, de elaborar una ley, o al menos, medidas integrales para proteger a las víctimas. Estábamos en campaña electoral, y las organizaciones de mujeres salían cada día a denunciar más protección. Cuando ganó las elecciones, por mayoría absoluta, este tema dejó de ser una prioridad para su Gobierno, y no sólo no elaboró ninguna ley, sino que rechazó en varias ocasiones, la última en el año 2002, la proposición de ley presentada por el PSOE junto con otras fuerzas políticas en este sentido.
Tuvimos que esperar hasta diciembre de 2004, para que el presidente del Gobierno socialista, Zapatero, cumpliera con la palabra dada a los ciudadanos y a las organizaciones de mujeres, que, como no podía ser de otra manera, participaron en la elaboración de esta ley.
Es cierto que el camino hacia la plena igualdad entre hombres y mujeres es aún largo y a veces, tortuoso, pero para ello, son fundamental políticas activas como la asignatura de Educación para la Ciudadanía o la Ley de Igualdad, que sientan las bases de nuestra convivencia. Ambas propuestas han sido puestas en marcha por el Gobierno socialista y rechazadas de pleno y en el caso de la Ley, hasta enviada al Tribunal Constitucional por el PP, con ningún éxito, vista la sentencia que rechaza el recurso.
Frente a la violencia de género, sólo cabe la unidad y la fortaleza de las convicciones.
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