10 mayo 2008

Devolvamos lo que nos sobra

Quiero compartir en este espacio un pequeño acto de rebeldía ciudadana e invitaros a hacer lo mismo que yo, si compartís mi desacuerdo, con las páginas de “contactos” de la mayoría de la prensa escrita en nuestro país.

Harta de ver siempre en esta sección como se trata a las mujeres, como se las cosifica de la forma más natural del mundo sin que nadie hagamos nada, he decidido escribir una carta al director y devolverle esas páginas que denigran y rebajan a las mujeres como simples objetos sexuales de los hombres.
Esta es la carta que yo he enviado, si estas páginas te ofenden lo mismo que a mí, te invito a hacer lo mismo que yo, recórtalas, remarca lo que te molesta y devuélveselas al periódico.

Estimado Director:

Soy lectora asidua del importante medio de comunicación que diriges, desde hace muchos años.

Como responsable política, cargo institucional y ciudadana interesada por la información, tengo muy presente que es imprescindible seguir la actualidad en España, y uno de los instrumentos fundamentales para conseguir este objetivo es tu periódico.

Me gustan sus diferentes secciones, aunque siempre me dirijo en primer lugar a la editorial, y a las páginas de información nacional y de sociedad, normalmente ojeo con rapidez las páginas de anuncios, pero siempre me llaman desagradablemente la atención los anuncios de contactos en los que las mujeres, en su inmensa mayoría, se ofrecen para ejercer la prostitución.

Todo su periódico me interesa y le felicito por ello, pero le devuelvo junto con esta carta, las páginas que me sobran y me causan repulsión desde el punto de vista de un compromiso ético, político y ciudadano con la igualdad de género y con los derechos de las mujeres. La prostitución no es una opción libre, es una explotación de género porque afecta a las mujeres, mientras que los hombres son los “clientes” y es una explotación económica, porque afecta a mujeres con mayores necesidades.

Estoy segura de que mi preocupación es compartida por muchas mujeres y hombres en España, y les invitamos a que tomen una iniciativa parecida, si lo consideran oportuno. Por ello aunque respeto su medio y le animo a continuar su trabajo, me sobran estas páginas que le devuelvo, con el deseo, de que su compromiso por la igualdad le impida publicarlas de nuevo.

Atentamente,